Los relojes inteligentes y pulseras deportivas han revolucionado la manera en que entrenamos. Hoy en día, podemos monitorear nuestro ritmo cardíaco, pasos, calorías y hasta la calidad del sueño con un simple dispositivo.
Estos datos nos permiten ajustar los entrenamientos de forma personalizada, establecer objetivos claros y mantenernos motivados.
La tecnología no sustituye la disciplina, pero se convierte en una aliada para entender mejor nuestro cuerpo y optimizar cada sesión.

